17.3.12

Sobre el salmo 23

El Señor es mi pastor, nada me falta.

Excepto un 4x4, una casa grande con jardín y piscina, una televisión de plasma...
¡No soy una puta oveja!
...educación, trabajo, libertad, vivienda, comida, dignidad.

En prados de hierba fresca me hace reposar,

O enfrente de una televisión, o en los ruidosos resquicios de la ciudad...
¡Yo no como hierba!
...prados contaminados con la chatarra que otros no supieron aprovechar.
Los únicos prados verdes son para los turistas.

me conduce junto a fuentes tranquilas

Aquí sólo hay fuentes de agua no potable, tendré que comprar agua mineral...
¡Nadie me dirige!
...por cuya agua lucharemos en sangrientas guerras.
Sólo queremos fuentes de energía que aprovechar.

y repara mis fuerzas.

Rodeando mi entorno con establecimientos de McDonald's...
No necesitas fuerza si te mueven otros.
 ...si me quedan después de  una semana sin comer.
¡Mis fuerzas no se acaban!

Me guía por el camino justo,

...si todavía queda algún camino justo.
No hay caminos justos.
Ese camino que recorro todos los días a las mismas horas...
¡El único camino justo es el que quiera tomar!

haciendo honor a su Nombre.

Nosotros le dimos su nombre.

Aunque pase por un valle tenebroso,

Sólo por calles iluminadas...
Por el que nos has llevado.
...todos los valles son tenebrosos sin la mano de mamá para agarrarme.

ningún mal temeré,

La televisión dice que no existen...
...ya que me he acostumbrado a afrontarlos.
¡Lo combatiré!
El temor es necesario.

porque Tú estás conmigo.

¡No te veo!
Tendrás que verlo para ser feliz.
Te veré luego...
...nunca me viste.

Tu vara y tu cayado me dan seguridad.

...siempre golpean mi costado.
¡Tengo las piernas fuertes!
Me sostienen por encima de muchos sin dejarme mirar abajo...
Una falsa seguridad.

Me preparas un banquete

Y no pregunto de dónde viene...
¡Puedo elegir qué comer!
...sólo a los que la vomitarían.
La gula es pecado.

enfrente de mis enemigos,

 ...mis enemigos son el mundo entero.

perfumas con ungüento mi cabeza

Un perfume que solo disimula nuestro olor.
Y siempre lo merezco...
¡Arrebatas lo que somos!
...con el perfume de la muerte.

y mi copa rebosa.

De un exquisito vino francés...
Pero es veneno.

Tu amor y tu bondad me acompañan

¡No necesito tu compasión!

todos los días de mi vida;

Buena vida...
...corta vida
Artificial.
¡Mi vida!

y habitaré en la casa del Señor

Pero para habitar la casa del Señor antes debes intentar serlo...
Sólo una nube más de las muchas que se arrastran por el cielo.
¡Tendré la casa que haya construido!
...mi hogar más apacible será un ataúd.

por años sin término.
Siempre...
¡Mañana!
...nunca.
Hoy.

21.2.12

Sobre los marcianos verdes


Marte, el cuarto planeta del sistema solar contando desde el Sol. Es denominado el Planeta Rojo debido a su particular tono, obtenido debido al óxido de hierro presente en el basalto volcánico que lo compone mayoritariamente. Comparte nombre con el Dios de la guerra romano, sus satélites son nombrados como los espíritus griegos del miedo hijos del mismo Dios y posee un impresionante Monte Olimpo mayor que nuestro Everest, pero no parece que existan dioses en Marte. Ni siquiera hay evidencias de la existencia de microorganismos. Las bajas temperaturas y, sobre todo, la baja presión dificultan la existencia de agua, esencial para la vida, que se resigna a conservarse a duras penas en los casquetes y en la atmósfera residual. La fuerte radiación, tanto cósmica como solar, impide la existencia de moléculas de ARN y ADN, lo cual reduce los posibles lugares de aparición de vida al subsuelo del planeta. Los terrestres parecemos empeñados en mandar una y otra vez sondas espaciales que arrojan resultados inconcluyentes, pero la evidencia es cegadora: no hay vida en Marte.

¿Y tú que sabes?

Nunca has estado en Marte.

Esto sólo es lo que los científicos te dicen que es Marte. Puede que Marte sea nuestro enemigo en una guerra intergaláctica. Puede que sea una bombilla brillando en la gigantesca pantalla que nos encierra y a la que denominamos tan cariñosamente como "cielo". Puede que no exista. Atrévete a conocerlo por ti mismo. Ve a Marte, y tal vez conozcas marcianitos verdes que te digan cómo es el planeta Tierra. Luego vuelve a la Tierra y comprueba lo que ellos te dijeron.

Pero no te fíes sólo de lo que le leas a un loco por internet.

15.12.11

Sobre la pu... blicidad

(ADVERTENCIA: tal vez esté en este post más exaltado y agresivo que de costumbre, pero la propaganda es algo que me altera en exceso)

¡Bienvenidos al maravilloso mundo del consumismo!

Un año más la Navidad ha llegado. Se pone en marcha la mejor campaña publicitaria de la historia. Aquella en la que todo el mundo sabe estar cayendo, pero siguen haciéndolo con cada vez más ahínco. Y para mantener los niveles de compras altos, más anuncios. En todas partes, bombardeándonos, diciéndonos lo que debemos comprar, a quien enriquecer. Me siento inclinado a detestar toda publicidad, teniendo en cuenta que se trata de mensajes que tratan de persuadirte, de decirte qué debes hacer, en lugar de dejar a tu elección lo que desees comprar. Pero claro, supongo que es necesaria para al menos informarte de los productos que existen y darte a conocer sus características, así que la publicidad en general la tolero, sin fiarme nunca de ella. Y tal vez algún día tenga que vivir con dinero obtenido mediante ella. No sé hasta que punto podría ser capaz de eso...

En cualquier caso, la publicidad que realmente sí detesto es la que te miente. La que usa falacias para convencerte, ésa que cada vez se usa más y más. La que te induce a pensar que la perfección es alcanzable mediante determinado producto, la que te esconde la verdad sobre una oferta con letras que pasan a una velocidad sólo equiparable a Usain Bolt tras tomar anfetaminas, la que no te persuade con argumentos racionales. Y, últimamente, de las que más consiguen enfadarme son las que nos transmiten valores humanos. Marcas comerciales que intentan convencernos de que su fin no es el dinero, sino el altruismo. Esas que tratan de identificarse con la moda del perroflautismo y el 15M usando eslóganes que invitan a la rebeldía e incluso representan asambleas en sus anuncios. Compañías que alardean de ecologismo mientras su basura atasca los vertederos del tercer mundo. Bancos que dicen ser diferentes a los demás y mimar mucho a sus clientes, tal y como dicen los otros bancos.

Pero el que colmó mi paciencia hasta llevarme a hacer este post es el siguiente:



Bien. Para empezar, se podría señalar que los puntos positivos señalados en el vídeo se ven ampliamente superados por los negativos (la bomba diseñada por el científico puede acabar con todas las mamás que preparan pasteles). También podría centrarme en que los aspectos positivos casi siempre son pequeños lujos que pocos nos podemos permitir en el mundo mientras que los negativos afectan a una gran masa de personas desfavorecidas, lo cual hace que el anuncio se pueda interpretar desde un ángulo inverso al obvio que incite a la insensibilización (me explico: "¿Qué importan los tanques? ¡Tenemos peluches!").

Pero no voy a abundar en esas críticas formales(aunque ya las he dejado en el aire) porque, pese a ellas, el mensaje sigue siendo bonito: hay más personas inclinadas a hacer del mundo un lugar mejor, que personas que se dediquen a empeorarlo, y por ello hay esperanza de que el bien supremo triunfe sobre los intereses maléficos. Vale. Sobredosis de azúcar. Feliz Navidad a todos. Demos un paseo bajo el arco iris. De acuerdo.

Ahora me centraré en su otro mensaje, en el publicitario, que al fin y al cabo lo tiene, ya que esto no es un mensaje altruista de amor y felicidad sino un anuncio. El mensaje que nos quiere decir al final con ese "por cada arma que se vende en el mundo, 20 mil personas comparten una Coca-Cola", es que Coca-Cola trae la felicidad. Con ello, Coca-Cola está comparando su refresco con todas las cosas buenas que ha mencionado antes frente a las malas, y se está enorgulleciendo de traer esperanza al mundo. Pero eso no es Coca-Cola. Coca-Cola es una empresa multinacional dedicada a vender refrescos para ganar dinero, no se dedica a hacer un mundo mejor. Si lo hiciese, seguramente el mundo sería un lugar mejor. Con todo el dinero que maneja, con todas las vidas que explota, con todo el poder que reúne, podría hacer que muchas esperanzas se viesen cumplidas. Pero no lo hace. Simplemente vende refrescos. Y no lo hace para hacer del mundo un lugar mejor. Lo hace para ganar dinero. Y el dinero no tiene alma.

Efectivamente, hay razones para creer en un mundo mejor, pero Coca-Cola no es una de ellas.

23.11.11

Sobre definir lo infinito

Música.

El arte es un arma. Un arma que apunta a la cotidianidad.

Danza.

El arte no es algo que se venda o se compre. El arte se crea y se disfruta.

Pintura.

El arte son cosas bonitas.

Escultura.

El arte hace que tu mente mueva la realidad.

Literatura.

El arte es magia. Lo que nos queda de la magia ancestral de los antiguos chamanes.

Arquitectura.

El arte son esos destrozos que causan en el plano físico los sentimientos más profundos de las personas.

Cine.

El arte es el imposible acto de complementar belleza y verdad.

Fotografía.

El arte es siempre el mismo, pero nunca se acaba.

Cómic.

El arte es totalmente innecesario para existir, pero absolutamente necesario para vivir.

Videojuegos.

El arte...helarte es morirte de frío.

Teatro.

El arte está en todas partes. En una verdad incómoda. En un secreto por conocer. En una maleta que no se cierra. En un beso entre enamorados. En nosotros.

Amor.

3.11.11

Sobre el azufre y el azúcar

Y paseando por la calle vi a un niño que hablaba con la zeta. Más o menos era algo así:

-¡Hola, señora Z!
-Zaludoz, zeñorito.
-¡Nunca había conocido a una letra!
-Rezulta zorprendente en un grado zero, puez dezprendez azpecto de zenutrio analfabeztio.
-¿Eres la misma Z que la del Zorro?
-A vezez.
-¿Y la misma que la Z de Mazinger Z?
-Zí.
-¿Y la de Dragon Ball Z?
-¡Por zupuezto que zí, zampabolloz zarrapaztrozo! ¡Zoy la Z que ziempre apareze en todaz laz palabraz con Z! ¡No eczizte una zimilar ni parezida! Ez máz, tú me vez azí, maz otroz de tierraz lejanaz obzervan el cuerpo de anguloz zinuozoz que contemplaz como zircular zeparado por lineaz, o con máz trazoz... para otroz ni eczizto. Zoy zólo un zonido que tu zerebro trazlada a lo vizual.
-No entiendo nada de lo que dices.
-Tu inteligenzia ez reduzida.
-No, es que hablas todo el rato como si no supieses pronunciar la S, y no se te entiende nada.
-¡Dizculpaz! Grswrfrg...¡Ya está! Se me había olvidado colocarme la dentadura postiza. Hace muchos años que se me cayeron los dientes por tomar demasiado chocolate. Sé que por tu naturaleza pueril y desprendida tiendes a ignorar los consejos de tus mayores, pero hazme caso: evita comer mucho chocolate.
-¡Pero es tan dulce!
-¡Tentaciones peligrosas! ¡No caigas como un zángano en una telaraña!
-Lo intentaré, señora Z, pero no prometo nada... ¿Cómo fue que comiste tanto chocolate? ¿Las letras coméis?
-Es más complicado que todo eso. Pasé mucho tiempo en la boca de las civilizaciones que por vez primera usaron el chocolate. Poblaciones mesoamericanas que hoy en día denomináis bajo nombres como olmecas, aztecas o mayas.
-¡Qué emocionante! ¡Sí que ha vivido usted cosas, señora Z! ¿Y tenían mucho chocolate esos tíos?
-Toneladas. Lo guardaban, lo apreciaban, lo divinizaban. Era mágico para ellos. Tenía tanto valor que renunciaron a vivir un mes cada año por él.
-¿A vivir un mes? ¿Se morían durante ese mes por el chocolate?
-¡Por supuesto que no, zoquete! Los mayas usaron el chocolate como moneda, durante mucho tiempo...
-¡Qué guay! ¡Debería hacerse ahora! Me gusta mucho más la forma del chocolate, cuadrada, y negra, no como las monedas de ahora. Son redondas y brillan, como un robot. No me gustan los robots. He visto muchas películas en las que los robots son malos. Mis padres me llevaron el pasado finde a ver...
-¡Atiéndeme, zopenco!
-¿Se le ha vuelto a caer la dentadura, señora Z?
-¡No! ¡Sólo reclamaba la atención de tu débil mente de zote!
-Pero, señora Z, quiero saber por qué ya no es el chocolate dinero.
-¡Porque mendrugos como tú se zamparían todas las onzas y no habría más! ¡Sería una catástrofe económica!
-Ah, vale. ¿Pero por qué no me cuentas lo del mes de los mayas?
-¡Tu actitud raya lo inocente con lo exasperante! Proseguiré mi narración si prometes no arremeter contra ella en un zarpazo de ignominia estólida.
-Sí, señora Z, prometido. Sea lo que sea eso.
-Bien. Pues los mayas, a pesar de tener una moneda que podían cultivar, cayeron en bancarrota. Se zambulleron en una profunda crisis, así que tuvieron que pedir ayuda a sus vecinos: los selenitas.
-¿Esos en donde estaban? ¿En Europa?
-No, en la luna. Antaño la luna salpicaba la Tierra con una luz verde, reflejo de la espesa vegetación que la cubría. En esos tiempos, los selenitas visitaban frecuentemente los pueblos de la tierra. Hasta que hicieron negocios con los mayas. Los selenitas tenían muchas riquezas por su paisaje vegetal, y pedían que a cambio de él los mayas le entregasen todo su chocolate. Sin embargo, los mayas no aceptaron. Por nada del mundo iban a renunciar a su dulce moneda y mágico manjar, aunque eso les llevase a la catástrofe. "Cualquier cosa menos eso" dijeron los desesperados mayas. "Está bien", respondieron circunspectos los selenitas, "a cambio de nuestra riqueza, queremos un mes de vuestro tiempo". Y así fue como los mayas, que fueron quienes idearon el primer calendario y dominaban el tiempo a voluntad, entregaron uno de sus meses a los selenitas. Entonces el bosque lunar descendió a Sudamérica, y lo cubrió desde la península de Yucatán hasta la Tierra de Fuego. En cuanto a los selenitas, se guardaron los meses que les dieron los mayas, uno por cada uno de los años registrados en su calendario, y se los administran a voluntad, motivo por el cual los años lunares duran trece años de tanto en tanto. En esos años los disfrutan, habitando ahora la cara oculta de la luna, esa que nunca se os muestra a los terrestres, la cual sigue llena de vegetación y vida.
-¡Entonces esos selenitas nos han robado un mes! ¡Tenemos que recuperarlo!
-No podríais hacerlo aunque quisieseis.Vuestra estulticia manifiesta os degrada a ser mero barro en el zapato de los selenitas. Además, ellos no son los únicos que os han robado tiempo. También Dios os lo ha quitado. Si no me crees, rebusca en los deslucidos pasillos de tu memoria si sabes de alguien que haya nacido el siete de octubre de mil quinientos ochenta y dos.
-Vale. Preguntaré a mis profesores. O a mis abuelos. Ellos son viejitos ya.
-He de reconocer que tu ridícula estulticia, a pesar de ser en muy desesperantes ocasiones oscura como el azufre, también se vuelve dulce como el azúcar.

29.10.11

Sobre la caja tonta




¿A qué llamáis telebasura? Simplemente son otro tipo de programas. Sólo porque haya un grupo de gente a la que no le gusta no tenéis por qué llamarlo basura. Si a mí no me gusta un tipo de programa, como puede ser un informativo, no por ello digo que es basura...



Parece que hoy en día para que te consideren intelectual tienes que decir que no ves la tele. Si la ves, muchos ya te tacharán de ignorante o algo similar. ¡Por favor! Es un aspecto de nuestra cultura. Lo que aparece en la pantalla no es más que un reflejo de la sociedad...



En una televisión privada se puede poner lo que uno quiera, y nadie tiene derecho a decir que eso esté mal. Si no quieres, simplemente no lo veas. ¿Acaso queremos que vuelva la censura? ¿No es eso volver a los tiempos del franquismo?



Nosotros elegimos lo que queremos que echen en la televisión. Los programas que triunfan lo hacen porque la población lo elige. Y si se radicalizan y salen otros que exageran el morbo, es precisamente porque es lo que quiere la población...



Es totalmente lícito que una cadena busque la audiencia. Que adapten sus contenidos a lo que les dé más audiencia es la base del libre mercado. Si no lo hiciesen, irían contra sus propios intereses...



La televisión no tiene tanta influencia para la población. El hecho de que se muestren por la televisión una serie de individuos con unos comportamientos que podríamos considerar "inmorales" o "poco adecuados", no quiere decir que la gente vaya a imitarlos. Sólo lo ven para entretenerse, no hay nada negativo en ello...




Supongo que es cierto. El concepto telebasura ya no existe. No hay unos contenidos que sean más basura que otros. Ahora todos son despreciables. La telebasura se ha extendido hasta comerse el término "televisión". Los pocos que se desmarcan de la línea juegan a otra cosa, es otro tipo de medio de comunicación. La televisión ya no es entretenimiento, ni información. Internet ha ocupado esas parcelas. La televisión ahora sólo es espectáculo. Un circo mediático diseñado para atraer a las masas. Como todo circo, tiene sus fieras, que en este caso no son animales, sino valores como la verdad o la dignidad, que son amaestrados por domadores, manipulados por "comunicadores" que realmente son filtros que distorsionan la verdad. También hay payasos, con un maquillaje que exagera sus rasgos, que no son otra cosa sino estereotipos extremos que se dan en la sociedad, y que la retroalimentan volviéndose iconos que poco a poco se van asumiendo en la realidad. Unos payasos que venden su dignidad y su vida, pero a los que no le importa, pues el precio cobrado ha sido alto.

-¿Le ha gustado la función, signore?
-Muy entretenida, sin duda. Pero cuando el león se comió al domador, retirasteis muy pronto el cadáver. Me habría gustado ver más sangre.
-¡Oh, no problemo, signore! Para la próxima lo dejaremos desangrándose en la pista. ¿Y qué le parecería si unas bailarinas danzasen sobre su cuerpo agonizante?
-¡Una idea excelente! Será indubitablemente hilarante.

Y así cada vez más, el circo se transforma de su concepto moderno a la versión del circo que tenían en los tiempos romanos. Un circo que no se construye a través de la sociedad, sino que construye a la sociedad, perpetuando unos valores que le den mayor audiencia cada vez, todo para conseguir dinero. No es más que un complejo modo de tráfico humano. Y además, legal.



Si Jesucristo naciese hoy, dentro de treinta y tres años su muerte en la silla eléctrica sería líder de audiencia...

7.10.11

Sobre soñar

No dormir perjudica seriamente la salud. Lo diría cualquier médico. Ahí están las diversas torturas efectuadas en la edad media, como la gota, por la que una persona era encerrada en un espacio cerrado e inmovilizada para después ir echándole una gota de agua helada en la cabeza en períodos regulares de tiempo. Con una exposición prolongada el torturado presentaba un reblandecimiento de la piel y el cráneo. Pero lo que más afectaba al sujeto no era el dolor físico, sino el emocional. La locura se llevaba al reo cuando pasaba una semana o menos sin poder dormir a causa de la caída incesante aunque lenta de la gota. El cuerpo del torturado se acostumbraba a ese despertar constante, desarrollando la capacidad de dormirse en pocos segundos para aprovechar esos minutos eternos que se sucedían entre las precipitaciones inexorables de la gota. Pero cuando ésta volvía a caer, los efectos psicológicos eran mucho mayores. Junto con la capacidad de dormirse prontamente también adquiría el torturado la capacidad de alcanzar la fase REM en tiempo récord, y cuando la gota finalmente le volvía a despertar mientras pasaba esa fase decisiva, el impacto sobre su mente era mucho más brutal. Empezaba a no distinguir entre la realidad y el sueño. Perdía la percepción del tiempo. La desesperación le consumía por completo.

Es lo que sucede cuando privas a una persona de sus sueños.

Yo pienso que más perjudicial que no dormir en sí, es no soñar. Nuestro mundo es demasiado racional. Hemos sometido a la realidad a nuestra propia clasificación, al orden absoluto. El ser humano, siempre buscando un orden que haga más fácil su existencia cuando su existencia misma es un complejo caos. Por eso debemos soñar. Al aceptar la locura del sueño, escapamos de la razón de la realidad. Al fin somos libres de nuestras propias ataduras. Al menos en los sueños.