16.5.16

Sobre la lejanía

Hoy he leído una felicitación de cumpleaños que nunca existió.

Y pienso en ella, que está lejos y quiere estarlo aún más. Que sigue siendo pequeña, pero tiene más fuerza que yo. Que ahora no es más que una escultura que oteo de lejos sin discernir el material del que está hecha. Que le va bonito, pero tiene mareas en su cabeza que chocan en violentas tempestades. Que no la quiero tener, pero la desearía contemplar.

Y pienso en ella, que está lejos, aunque aquí al lado. Pienso en un grandioso estreno vallecano del que nunca fue consciente, aunque podría haberlo sido. En un vale de viajes que se suicidó y tiene algún cajón como su ataúd. En que cada segundo el reloj corrió hacia donde debía con un tic-tac placentero. En los abrazos que quisiera darle, pero que la romperían.

Y pienso en ella, que está lejos y que no está. Porque nunca acudí a una cita que podría haberla definido. Porque no se percata de mi presencia al tiempo que yo finjo no existir. Porque la cambié por unas camisas hawaianas que no poseo. Porque el mar está en calma ahora y no hay piratas a la vista. Porque si naufrago, hoy no lo haré en el pasto.

Así que, mirándolo bien, soy yo quien está lejos.

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